Con grandes condiciones en su puesto, al igual que "Chupete" Carfagña y Leo Ruíz (arqueros históricos del club y del futsal), "Tito" - como le dicen sus amigos -, dejó un grato recuerdo en todos los hinchas de Atlanta, por el excelente rendimiento que tuvo junto a todo el plantel en el campeonato obtenido bajó la Dirección técnica de Daniel "el Turco" Alí.
Tras jugar en varios clubes como: Ferro, River y Franja de Oro, su último año de carrera, defendió los colores Bohemios en el ascenso a la Primera división del 2002.
"Tito", en ese momento con 27 años, a la semana siguiente de la final frente al dificilísimo 17 de agosto, viajó junto a su familia a España para quedarse a vivir en la ciudad de Málaga.
(Parados: el último a la derecha. y el 3ro. es el DT. Leo Magarelli)
PREGUNTAS:
Bueno porque yo nací en Padilla y Darwin, (a una cuadra de la cancha) y soy hijo y nieto de hinchas de ATLANTA, así que fue un verdadero orgullo defender la camiseta de mis amores desde los 6 años, soy fanático y lo llevo en la sangre. El punto de desencuentro con el futsal bohemio se produjo a partir de la quiebra del club, como todos saben la actividad se traslado a un complejo privado situado en el barrio de colegiales, pero la relación de los dueños con los jugadores que pertenecían a la hinchada del club no fue nada buena, analizando rápidamente la situación, eso era un negocio, no el club, de ahí los problemas, y yo me prometí que hasta que ATLANTA Futsal no volviera a ser del club no entraría en esa. Éramos varios los que nos vimos en esa situación, así fue que caí en River, ya en tercera, con la suerte de haber sido convocado por la selección, junto, entre otros, al "Pizzero" Leo Magarelli y a "Banana" Carlos Álvarez (futuros compañeros del ascenso del 2002), después de 2 años jugando en la primera de River, pase a jugar en Ferro; seguidamente regresé a River un par de años, y después a Franja de Oro con el que salí campeón en el 2000 en la División de Honor. La verdad que para mi fueron muy difíciles aquellos años, ya que en ningún club sentí lo mismo que cuando entraba a la cancha a defender la camiseta de ATLANTA, y encima me tocaba jugar contra la gente de aquel complejo. Moría por volver a defender esa camiseta, de hecho toda mi vida jugué con la de ATLANTA abajo del buzo, en todos los clubes. El milagro se dio en el 2001, cuando ATLANTA recuperó el OPEN, en manos hasta ese momento de otro que solo quería hacer negocios, el innombrable de Broda, para ese entonces la AFA había des afiliado a ATLANTA por falta de cancha, (el negocio del complejo se había acabado), bajándolo automáticamente de categoría, y el futsal volvía a manos del club. Así fue que nos pusimos en contacto varios jugadores que ya habíamos jugado en el club para armar un gran equipo, ponernos a las ordenes de Daniel "el Turco" Ali, histórico del futsal bohemio e hincha como ninguno, y devolver a ATLANTA al lugar que se merecía y que nunca debió haber dejado. Una larga historia tal vez, pero quise contarla para decir que yo NUNCA me hubiese ido de mi ATLANTA querido, uno de los clubes pioneros y más grande del futsal argentino, por eso fue un honor poder volver para poder despedirme de esa manera y con esa camiseta.
2- Qué podes contarnos de aquel año donde Atlanta consiguió al Ascenso a la división de honor?.
Para mí fue un año soñado, no solo por haber vuelto al club, sino que tambien jugué con amigos como Diego “Castrito”, “Mati” Trombert, “el Turquito” Camilo, me reencontré con viejas glorias como “Mauri”, “Banana”, tuve el honor de tener de capitán al que para mí fue “el mejor jugador de futsal” que vi, “Leonardo Magarelli”, no fue casualidad que haya estado comandando la selección argentina una década, un jugador completísimo y una persona excelente, que a pesar de habernos conocido de muy chicos nunca habíamos compartido ningún club, y me dirigió un hombre que cuando yo tenía 12 años, y él era el DT de la primera, en la misma cancha de la sede donde gracias a dios ATLANTA hoy vuelve a ser local me dijo que yo iba a llegar a ser el arquero de la primera de ATLANTA y que algún día me llamarían para la selección, el señor Daniel “EL TURCO” Ali, y si encima salgo campeón con la de ATLANTA…..cartón lleno.
Bueno, dudo que de lo que me paso justo antes de la final se lo vayan a olvidar los que formamos parte de aquel plantel. Resulta que la final se jugaba un domingo y yo me venía a España con mi mujer a la otra semana, por lo tanto el último partido de ATLANTA que podía ver como hincha que soy era nada más ni nada menos que contra ALL BOYS y en Floresta el día antes de la final. La cosa es que como soy un poco muy fanático, era muy especial para mí, sabía que iba a pasar muchísimo tiempo hasta que volviera a ver al bohemio sobre el césped, así que como no me alcanzo con alentarlo a morir durante los 90 minutos, decidí subirme al alambrado cuando termino el partido a ver si me podía llevar alguna camiseta de recuerdo, con la mala suerte de engancharme una mano con los alambres de púa, la historia es que termine en el hospital con 12 puntos de sutura entre la palma y la muñeca de la mano derecha y me hicieron un vendaje que parecía que me la habían amputado. Al otro día, agarre mi bolso y me fui caminando despacito hasta el Open donde nos juntábamos para ir a jugar la final, yo segurísimo de atajar de todas formas, el tema no era que se me salten los puntos, sino que la mano no se me duerma del dolor jajaja. Hoy pagaría lo que fuera por tener una foto de las caras de todos cuando me vieron venir con ese vendaje, y pagaría el doble cuando me lo saque para mostrarles lo que tenia porque nadie me creía, pensaban que era un joda. Enseguida me dijeron todos que estaba loco que así no iba a poder atajar, creo que el “TURCO”, nuestro DT, se quedo con ganas de pegarme una buena piña, jaja, y me la tenia merecida eh. La cosa es que salte a la cancha en el último minuto justo antes de que empiece el partido porque no me entraba el guante, no pude ni calentar, yo te digo la verdad estaba tranquilo, ni se me cruzaba por la cabeza no jugar, no los iba a dejar tirados y mi sentimiento por los colores eran más fuertes que cualquier dolor, pero tampoco iba a ser que pierdan la final por mi culpa, así que había tenido una charla con “el Ruso Gaby Stern” por si le tocaba entrar para darle toda la confianza, porque él estaba a la altura de las circunstancias. Los nervios de todos eran terribles, pero teníamos una fe ciega en el equipo, por suerte los muchachos hicieron un partido bárbaro, y no nos crearon tantas situaciones, la mano aguanto y pudimos dar la vuelta, por suerte todo quedo en una anécdota. Ha, por cierto, yo no agarre ninguna camiseta en Floresta, pero Diego “Castrito” amigo mío y compañero del plantel sí, y me la regaló, acá la tengo y la guardo con mucho cariño.
3- Qué anécdota recordás de dicho año?
Bueno, dudo que de lo que me paso justo antes de la final se lo vayan a olvidar los que formamos parte de aquel plantel. Resulta que la final se jugaba un domingo y yo me venía a España con mi mujer a la otra semana, por lo tanto el último partido de ATLANTA que podía ver como hincha que soy era nada más ni nada menos que contra ALL BOYS y en Floresta el día antes de la final. La cosa es que como soy un poco muy fanático, era muy especial para mí, sabía que iba a pasar muchísimo tiempo hasta que volviera a ver al bohemio sobre el césped, así que como no me alcanzo con alentarlo a morir durante los 90 minutos, decidí subirme al alambrado cuando termino el partido a ver si me podía llevar alguna camiseta de recuerdo, con la mala suerte de engancharme una mano con los alambres de púa, la historia es que termine en el hospital con 12 puntos de sutura entre la palma y la muñeca de la mano derecha y me hicieron un vendaje que parecía que me la habían amputado. Al otro día, agarre mi bolso y me fui caminando despacito hasta el Open donde nos juntábamos para ir a jugar la final, yo segurísimo de atajar de todas formas, el tema no era que se me salten los puntos, sino que la mano no se me duerma del dolor jajaja. Hoy pagaría lo que fuera por tener una foto de las caras de todos cuando me vieron venir con ese vendaje, y pagaría el doble cuando me lo saque para mostrarles lo que tenia porque nadie me creía, pensaban que era un joda. Enseguida me dijeron todos que estaba loco que así no iba a poder atajar, creo que el “TURCO”, nuestro DT, se quedo con ganas de pegarme una buena piña, jaja, y me la tenia merecida eh. La cosa es que salte a la cancha en el último minuto justo antes de que empiece el partido porque no me entraba el guante, no pude ni calentar, yo te digo la verdad estaba tranquilo, ni se me cruzaba por la cabeza no jugar, no los iba a dejar tirados y mi sentimiento por los colores eran más fuertes que cualquier dolor, pero tampoco iba a ser que pierdan la final por mi culpa, así que había tenido una charla con “el Ruso Gaby” por si le tocaba entrar para darle toda la confianza, porque él estaba a la altura de las circunstancias. Los nervios de todos eran terribles, pero teníamos una fe ciega en el equipo, por suerte los muchachos hicieron un partido bárbaro, y no nos crearon tantas situaciones, la mano aguanto y pudimos dar la vuelta, por suerte todo quedo en una anécdota. Ha, por cierto, yo no agarre ninguna camiseta en Floresta, pero Diego “Castrito” amigo mío y compañero del plantel sí, y me la regaló, acá la tengo y la guardo con mucho cariño.
4- Qué fue lo mejor y lo peor que les tocó vivir ese año?
Lo mejor sin duda fue el día del ascenso, era el objetivo desde el primer momento, aquella final en Avellaneda contra 17 de Agosto con alrededor de 200 hinchas alentándonos es inolvidable, cuando termino el partido fue increíble toda esa gente festejando con nosotros y dando la vuelta olímpica, sin duda un recuerdo inmejorable, y lo peor?, creo que tuvimos suerte y no hubo “peor”, jaja.
5- Cómo fue ese año, si bien no ascendieron directo ya que lo hizo Hebraica, por qué crees que Atlanta pudo consagrarse?.
Se logro gracias al grupo que se formo, había gente con mucha experiencia, incluso en la selección, como el caso de el Pizzero, Mauri o Banana, y muchos pibes jóvenes del barrio con mucha calidad, que después de un par de charlas con los más veteranos, se dieron cuenta donde estaban metidos y con la responsabilidad que había que tomarse la cosa. Pero el equipo era nuevo y tardó en encontrar su identidad, la cual llego gracias al “TURCO” Ali y a nuestro “Gran Capitán” Leo Magarelli , juntos supieron sacar lo mejor de cada jugador, cambiaron a tiempo el sistema que estábamos utilizando, (me pidieron que me dedique a atajar y que no salga tanto con los pies, jaja), e ir partido a partido sin que la euforia de la inmejorable segunda parte del campeonato nos nuble cual era nuestro objetivo. Clasificamos para el octogonal jugando al futsal de una manera increíble, y a pesar que los adversarios eran importantes candidatos, supimos manejar la situación ganado todos los partidos con claridad, poniendo los huevos que hacían falta, pero con esa cuota de mente fría que demandan este tipo de situaciones.
6- Cómo es tu vida en Europa, seguís atajando ó relacionado al Futsal?
Puedo decir que no me van nada mal las cosas, estoy trabajando y viviendo en el sur de España, en la ciudad de Málaga, que por cierto tiene una costa con unas playas alucinantes, (igual te digo, Argentina no la cambio por nada, y es lo más lindo que hay!). Forme una familia hermosa junto a mi mujer María Laura, a los 2 años de haber llegado tuvimos a nuestro primer hijo “TOBIAS” y al par de años llego “JOAN”, el más chiquito. Con respecto al futsal, no pude seguir jugando a nivel profesional porque no tenía mis papeles en regla, así que decidí formar mi propio equipo y ya llevamos jugando 7 años en un campeonato regional de Málaga, como no podía ser de otra manera el nombre es C.A. ATLANTA. Los guantes los colgué en VILLA CRESPO, en aquel 2002, que para mí fue la manera más feliz que pude haber tenido para retirarme profesionalmente, y acá trato de compartir mis experiencias jugando al medio, armando un poco al equipo en la parte táctica, que tan mal no nos va, algunos éxitos logramos, la única espina que me queda es no poder vestir la camiseta bohemia, por falta de presupuesto claro.
7- Si volverías a vivir a la Argentina te pondrías el Buzo ó fue un ciclo terminado?.
Sigo muchísimo al futsal de Argentina, sobre todo a ATLANTA, ya que tengo a mi sobrino “MATI” jugando en inferiores y a mi hermano Sebastian “LA CHANCHA” en los Veteranos, y muchos amigos que siguen vinculados, Leo dirigiendo la primera, Pablo ”Paludi” y Camilo “el turco” ayudando con los más chicos, “El Ruso" Gaby Stern haciendo el aguante en primera desde aquel ascenso, Carlitos “Brunetti” organizando, y sin duda que me pondría el buzo, pero con los veteranos eh! jaja, que ya tengo 35, y como no dando una mano en la formación de los más chicos. Como dije antes, el ciclo profesional termino en aquel 2002 de la mejor manera, con vuelta olímpica incluida.
8- Sabemos que sos hincha fanático del club y del Futsal Bohemio. Por eso mismo, por qué creés que Atlanta desde aquel año, no puede volver a jugar en primera división?.
Creo que no es nada fácil, el futsal en Argentina creció muchísimo, pensá que la mitad del equipo que formamos en aquel ascenso estábamos jugando en grandes equipos de la División de Honor, y así y todo subimos por intermedio del octogonal y no de forma directa, el nivel hoy en día es muy alto, es muy importante sobre todo la conexión no solo del equipo de la primera sino también de toda la organización, tiene que existir esa unión y tirar todos para el mismo lado, fue uno de los grandes problemas que siempre hubo, creo que por lo que pude ver hoy en día se están encaminando las cosas con gente del club, que quiere al club, que transpiro esa camiseta, y que van a saber transmitirles a todos los chicos lo que significa representar a ATLANTA, que fueron muchos los que llegaron a la selección vistiendo esta camiseta, y que con mucho esfuerzo los éxitos se conseguirán. Yo desde este lado del mundo les doy las gracias, les mando un abrazo fuerte para todos, ayer, hoy y siempre ¡¡AGUANTE ATLANTA!!
Muchas Gracias "Tito"
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